Hasiera > Artikuluak > 2005 > Planisferio vasco (2005-01-13)
E-posta Inprimatu PDF fitxategia

Jakue Pascual - Sociólogo

Planisferio vasco

La política se anima. El Plan Ibarretxe sacude el muermo institucional. Sozialista Abertzaleak cede tres votos para que se apruebe. Su objetivo es pactar nuevas reglas y abrir un proceso sin exclusiones, que eluda la represión, concluya con una solución democrática -no con una reforma- y reconozca el derecho a la autodeterminación y a los vascos como sujeto de decisión. Ha fracasado el movimiento tripartito consistente en pivotar sobre la negativa de la ilegalizada coalición abertzale a la reforma, en aras a conseguir una mayoría absoluta en las elecciones y un nuevo acuerdo autonómico. El PP acusa a Ibarretxe de liquidar el Estatuto abriendo la puerta a la secesión. Mientras, el PSOE se resiste a que unos vascos puedan decidir por otros, pero no a que los españoles lo hagan por todos los anteriores. A Zapatero sólo le importunan las acusaciones de tibieza. El límite está en las Cortes. No hace falta el Constitucional, el proyecto se devolverá al Parlamento Vasco. A Ibarretxe le advierte de que nada de referéndum y al PP que coincidirá con ellos para frenarlo. Tiene su Plan Guevara. Pudiendo optar por el de «¡más España!».

Los jueces polemizan sobre la aplicación del artículo 161.2 de la Constitución. El PP alude al artículo 8 y a la posibilidad de suspender la autonomía. UPN invoca la derogación de la disposición transitoria cuarta. El constitucionalismo alavés esgrime la Disposición Adicional Primera. Y la Iglesia española declara que no es «moralmente aceptable» negar «unilateralmente la soberanía española», ¡como si debieran negarla también los españoles!

Pero los vascos piensan. El euskobarómetro de noviembre señala dos puntos fundamentales: La confianza de los vascos en su propio criterio y la aceptación de la elección democrática en todos aquellos puntos que les competen. Los vascos estamos divididos en partes iguales entre sus preferencias por la autonomía, el federalismo o la independencia. Se incrementa la mayoría que reclama un acuerdo político sobre la autodeterminación, un 69%. Se dividen en cuanto a la oportunidad del Plan Ibarretxe y explicitan una voluntad decisoria, indicando que votarán en un eventual referéndum, aun cuando no cumpla con los requisitos constitucionales.

Así está el panorama. A la izquierda abertzale le queda buscar lugares comunes con su espacio sociológico, con la población vasca y con otros agentes sociales, además de argumentar e intervenir en todos los ámbitos de comunicación social. Cada simpatizante es un portavoz cualificado de la soberanía de su pueblo y de la propuesta de paz. Todos juntos, una potencia.

 

bilaketa