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Jakue Pascual - Sociólogo

Primavera

Sensibles a la luz, inhibimos melatonina. La piel, interfaz entre el sol y los huesos, fabrica vitamina D. La naturaleza es una bomba que explosiona en primavera salpicando de colores los humores del mundo. Danza hormonal, espirales y ochos que bailan los vascos desde el neolítico. Cuando, retirados los glaciares, el sol inundaba con flores la tierra mojada. Ritos de paso que Ariadna dibuja con sus pies en el laberinto. Isis, Ceres, Mitra y Baco. Meses para la guerra, la apertura floral y la señora Maia. Geórgicas de Virgilio. Dionisiaco ditirambo. Misterios de Eleusis con vino y pan alucinógeno; comunión que -para Cicerón- nos hace ser humanos. Resurrección cristiana. El día y la noche se equilibran en el equinoccio de Pascua. Hasta cinco estaciones hubieron y dos primaveras, la Primam que aún húmeda florece hasta quemarse con los rayos del Veranum. Dante, la Rosa y Giovanna-Primavera. Florencia Medici, las gracias de Ovidio y Séneca celebran con Botticelli la llegada de Venus. Magia simpatética: Común denominador para la renovación de la naturaleza. Eter: Nitro sutil que para los alquimistas -como Limojon de Saint Didier- fecunda la tierra. Paradojas de un orbe que en primavera su mitad es otoño.

Acertijo conceptista: Gracián busca la sabia inmortalidad barroca desengañado de la primavera. Una época del año plagada de desamores, cesantías y consumos estupefacientes. Depresivos de desenlaces fatales que -con Baudelaire- degustan de la nada. Operación contra el narcotráfico: En una esquina rota (Benedetti) se escucha la sonata (Valle-Inclán) que consagra (Carpentier) la primavera con imágenes paganas (Stravinski).

Calendario Republicano. Eglantine bautiza la primavera: Germinal, Floreal y Prairial con sonido alegre de medida breve. Su cabeza rueda por el pavimento. ¡Viva la Comuna! Tres meses primaverales y una larga temporada en el infierno. Rimbaud y Maiakovski añoran los parapetos, sueltan «un barco frágil como una mariposa» y arrancan el secreto a las margaritas. Tras los adoquines, una bandera roja y un beso libre aguardan a los C.R.S. Los tanques soviéticos aplastan la esperanza en Praga. Claveles lusitanos cantan Grandola Vila Morena. Un estudiante se planta en Tiananmen ante orugas gigantes...

Rosas rojas, agujeros negros y balas de plomo. Pasiones, represiones y depresiones que se deslizan por entre una línea difusa que conecta la clarividencia con la locura, lo privado y lo público, el amor con la guerra. Contradictoria primavera que frente a fusiles alienantes alza poéticas barricadas en mayo.

 

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