"En Ligi
hicieron un puente, pero fue destruido por el agua. Esto ocurrió
una y otras veces. Y un día una lamia se le apareció a
un señor de Ligi y le dijo que, si quería ser para ella
después de su muerte, un puente que jamás caería
sería construido en una noche antes de que cantara el gallo.
El hombre le contestó que estaba conforme con la proposición
de la lamia.
Después aquel señor tenía miedo por lo que pudiera
ocurrile y fue a pedir consejo al cura. este le dio dos huevos puestos
por una gallina negra. uno de éstos sería pollo y cantaría
a su tiempo cuando las lamias estuvieran trabajando en el puente.
Una noche empezaron las lamias construyendo el puente. Todas
se llamaban Guillén. - Ahí va, Guillen. - Dámela
Guillen. - Tómala Guillen. - Aqui somos 11.000 Guillen
- decian unas a otras, y pasaban las piedras desde la cantera al río.
Después, antes que colocaran la última piedra, cantó
el pollo. Y entonces las lamias gritaron. maldito sea el huevo puesto
por la gallina negra de marzo, y perdieron todo. el puente de Ligi quedó
sin la piedra final. Y ninguno puede hacer que esa piedra se mantenga
en su sitio"