Jakue Pascual – Sociólogo
Donostia, capital cultural
Desde hace tiempo venÃamos advirtiendo que en Hego Euskal Herria se habÃa producido un cambio en el paradigma sociológico y que éste acabarÃa por tener consecuencias en el panorama polÃtico. Constatábamos que el estado de opinión se habÃa modificado de manera significativa desplazándose hacia el independentismo y hacia la izquierda en un contexto distorsionado por leyes de guerra y excepción que imponÃan el oscurantismo y el apartheid a amplios sectores de la población.
Pues bien, tras esta compleja fase, al acceder de nuevo a las urnas el espacio sociológico autoritariamente excluido, se ha podido comprobar cómo lo que se vislumbraba hace unos ocho años ha provocado una contundente transposición polÃtica en los actuales comicios municipales y territoriales, afianzándose tres fuerzas. De ellas, el independentismo se consolida como la opción de cambio más sólida frente al centralismo unionista y la dependencia autonomista. Y el PNV se convierte, tras el gobierno de demolición autonómica de Patxi López, en el único sustentador de un modelo caduco de relaciones con el Estado y, por ende, en el obstáculo que bloquea el acceso a los objetivos estratégicos de independencia y socialismo propugnados por el renovado movimiento soberanista e independentista de izquierdas.
Bildu, el crack de las urnas. 315.000 votos y el mayor número de concejales, más de 1.100. 22 junteros en Gipuzkoa, segunda fuerza foral en Bizkaia, espectacular avance en Araba y fuerte irrupción en el complejo panorama polÃtico de Nafarroa, situándose tras UPN el número de votos obtenidos entre Bildu y NaBai.
El PNV tiene dos opciones en Vascongadas: optar por gobernar con Bildu o aliarse de nuevo con el PSOE, opción que gustosamente apoyarÃa la derechona «para salvar las instituciones» de España de los independentistas «antisistema» liderados por ese «monstruo» que -según Basagoiti- es la coalición Bildu. La primera, totalmente novedosa y mayoritaria, podrÃa impulsar un gobierno de calado soberanista con un matiz progresista. Pero la segunda le darÃa al PNV lo que realmente desea, su participación en las grandes infraestructuras a las que se opone el programa de izquierdas de Bildu, crÃtico con la destrucción del medio ecológico y con la planificación estructural diseñada en los actuales planes.
Miguel Buen guiña: «Vamos a seguir trabajando para mantener los grandes proyectos». Odón Elorza refuerza la posibilidad de hacerlo escudándose en el endiablado mapa polÃtico de la capital guipuzcoana y en las supuestas necesidades infraestructurales de Donostia como son, a su entender, el proyecto contaminante de la incineradora, la urbanización masiva de Auditz Akular en Altza, el metro periférico, la pasarela de Monpás o la capitalidad cultural de 2016 que, con Bildu a la cabeza, correrÃan el riesgo de no realizarse. Pues bien, no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que alrededor de las infraestructuras despilfarradoras y ecocidas va a pivotar el próximo enfrentamiento social en Hego Euskal Herria.